El Peugeot 5008 es un monovolumen de cinco o siete plazas (opcionalmente por 610
euros) que mide poco más de cuatro metros y medio de longitud. Es la alternativa
de Peugeot a modelos como el Opel Zafira,
el SEAT
Altea XL, el Toyota Verso y el Volkswagen Touran, además del Citroën Grand C4 Picasso con el que comparte plataforma.
Es un monovolumen más ágil de reacciones que la mayoría y menos cómodo que
los mejores en este aspecto, como puede serlo el Renault
Grand Scénic. El 5008 no es que sea incómodo pero los hay que lo son más
—por ejemplo el Ford Grand C-Max— si se valora lo aislado que viajan los
ocupantes tanto del estado de la vía como del ruido exterior.
El habitáculo causa en general buena impresión. Hay materiales de
recubrimiento de calidad, es amplio (está dentro de la media) y el apartado de
la funcionalidad está bien resuelto. También hay aspectos mejorables, como la
solidez y el ajuste de algunas piezas o que, por ejemplo, no haya portabebidas.
Como es habitual en este tipo de monovolúmenes, el maletero es grande si sólo
hay dos filas de asientos e insuficiente para el equipaje de una familia si se
utilizan las siete.
Los tres asientos de la segunda fila son idénticos en forma y en tamaño, y
tienen anclajes para sillas infantiles. Hay otros elementos que también hacen
más fácil viajar con niños pequeños, como las cortinillas que evitan que les dé
el sol —las puede tener en la segunda y tercera fila o un pequeño retrovisor interior desde el que vigilarlos sin tener que girar la
cabeza.
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